Tatuajes, el propóleo para un cuidado eficaz y natural

El verano es el periodo ideal para hacer muchas cosas, pero hacerse un nuevo tatuaje no forma parte de ellas.

 

El verano es el periodo ideal para hacer muchas cosas, pero hacerse un nuevo tatuaje no forma parte de ellas.

Como te dirá cualquier buen tatuador, la sobreexposición al sol y el agua puede provocar decoloración del tatuaje, irritación de la piel e incluso infecciones.

Las ganas de ir la playa, a la piscina o de hacer barbacoas pueden estropear tus nuevos tatuajes. No hace falta que te lo recordemos, pero cometer un solo error hará que tu tatuaje tenga un defecto permanente o necesitarás otra sesión costosa para intentar solucionarlo.

Andrew, experto en hidromiel de Ballot-Flurin, y recién tatuado, comparte su método para una cura natural y efectiva (incluso en verano).

Debido a todos los problemas de la pandemia, mi sesión de tatuaje se retrasó varios meses.

Cuando finalmente terminó el confinamiento, estábamos a un mes del verano y me enfrenté a un dilema: ¿Debería posponer nuevamente mi nuevo tatuaje al otoño o hacérmelo en verano? ¿Cuáles eran los riesgos?

Sin embargo, había una tercera opción justo delante de mis ojos.

El mayor problema de los nuevos tatuajes es la cicatrización y el propóleo es una de las sustancias naturales más poderosas del mundo para ayudar a la cicatrización.

Entonces pensé, ¿por qué no utilizar en el proceso de curación varios productos Ballot-Flurin?
Así que seleccioné 3 preparados diferentes para acelerar el proceso y mi regreso a la piscina.

1. El jabón de tratamiento de propóleo negro

 

La primera necesidad de un tatuaje nuevo es, obviamente, un buen jabón.
La limpieza puede ser un poco aburrida si no tienes el producto adecuado.
Muchos jabones contienen fragancias artificiales o aditivos que pueden irritar y resecar la piel.
El jabón de tratamiento de propóleo negro es un jabón de Castilla*, con 90% aceite de oliva. Esto le da un increíble poder hidratante a la vez que posee una base aceitosa increíblemente suave para la piel. Este jabón ha sido de gran ayuda para mantener limpio el tatuaje sin afectar a la sensibilidad de la herida abierta del tatuaje.
* jabón elaborado mediante la técnica de saponificación en frío, a base de aceite de oliva.

2. Leche de la Colmena

 

Por recomendación de mi tatuador (fanático de los preparados Ballot-Flurin), comencé a aplicar esta crema inmediatamente después de la primera limpieza. Fue la combinación de caléndula, lavanda y propóleo lo que convenció a mi tatuador, pero para mí, fue la textura lo que marcó la diferencia.
Al ser ligera y acuosa es más agradable de aplicar sobre un tatuaje reciente que otras cremas más aceitosas.
Esta composición ayuda a mantener las costras hidratadas y la piel calmada.
Mientras aplicaba la crema, la picazón asociada con esta etapa de curación fue mucho más soportable de lo habitual. Así que seguí aplicándome la Leche de la Colmena durante aproximadamente una semana y media, hasta que comenzó a emerger una nueva piel.

3. Ungüento de la Colmena

 

Una vez que terminó la primera etapa de cicatrización, comencé a aplicar el Ungüento de la Colmena que tiene una textura más espesa para asegurarme de que el sombreado del tatuaje fuera intenso.
Lo elegí por su receta minimalista, muy rica en principios activos de la colmena y con el poder restaurador de la miel, el propóleo, el polen y la jalea real unidos.
La nueva piel se fortaleció más rápido, lo que me ahorró algunos inconvenientes (mi nuevo tatuaje no está en un lugar discreto y no puedo permitirme una mala cicatrización).

Han pasado ya 4 semanas (cuando escribí este artículo) desde que me aplico ocasionalmente el ungüento y realmente he podido disfrutar del buen tiempo sin que mi tatuaje sufra. ¡Mi nuevo tatuaje y mi verano se salvaron gracias al poder del propóleo y los productos de la colmena!

Andrew T.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *