La Apicosmética
Desde tiempos inmemoriales, el ser humano ha vivido muy cerca de las abejas, que habitan en árboles, rocas, jardines y casas. En el pasado, todas las familias del campo tenían colmenas, y así sigue siendo en muchos hogares de pueblos de Centroamérica, por ejemplo.
El susurro de las abejas es profundamente armonizador y, por su propio sonido, aporta a nuestro cuerpo y nuestra mente una información viva comparable al "A" del diapasón, a la bella música o al "Om" de la meditación. En el monasterio de Lavra, en Kiev, los monjes ortodoxos acostumbran a venir a rezar con las abejas.
Todos nuestros preparados de Apiterapia¿Lo sabías?
Apicosmetics® es un nuevo enfoque de la higiene y su relación con la belleza, basado en la inteligencia y la sabiduría de las abejas. Fue fundada por Catherine Flurin en 1977. Como todos los preparados de Ballot-Flurin, los preparados de Apicosmétiques® se elaboran conscientemente, como una extensión del respeto tanto a las abejas como a los ritmos naturales de las plantas, según métodos de dinamización activa, es decir, con una parte importante cedida a la mano del hombre, sin recurrir a aparatos.
La historia de una pionera
La aventura de Ballot-Flurin comenzó en 1976, cuando una joven estudiante, fascinada por la vida de las abejas, decidió convertirse en apicultora... Catherine Flurin se convirtió en la pastora de sus abejas como otros hablan al oído de los caballos...
En 1976, a los 20 años, estaba fascinada por la vida de las abejas y quería ser apicultora. En un centro de formación descubrió los fundamentos de esta fascinante profesión, pero se enseñaba una apicultura productivista, con métodos de cría intensivos, a veces brutales, el uso de antibióticos y herbicidas contaminantes. Catherine hará lo contrario y desarrollará un método de apicultura Suave, basado en el respeto a las abejas y a su biorritmo natural. Un nuevo mundo se abre ante ella: el de los habitantes de la Colmena, con millones de años de antigüedad, que nunca dejarán de revelarle sus secretos.
Primeras colmenas
A los 25 años, Catherine instaló sus primeras colmenas con su pareja, Philippe Ballot, también apicultor, con quien tuvo tres hijos. La joven pareja compró una pequeña propiedad en ruinas al pie de los Pirineos con dos hectáreas de ladera. La explotación agrícola Ballot-Flurin Apiculteurs se creó oficialmente en 1982 con una gran ambición: respetar a las abejas como un verdadero pueblo de 100 millones de años, comprender su lenguaje secreto y colaborar activamente con la colmena para que dé lo mejor de sí misma: miel, propóleo, jalea real... Preocupados por las acciones concretas, están entre los primeros que militan por la práctica de la apicultura ecológica, más respetuosa con las abejas y sin aportes químicos.
Primer pliego de condiciones bio
La explotación apícola se desarrollaba con una clientela leal y con conciencia ecológica. Catherine Ballot-Flurin redactó un pliego de condiciones para explicar cómo producía la miel y cómo veía a las abejas. Este documento inspiró a la asociación Nature & Progrès a crear el primer pliego de condiciones ecológico para la apicultura, asociado a un sello. Es natural que los productos Ballot-Flurin fueran los primeros en obtener esta certificación ecológica.
Primeros preparados apiterapeúticos y apicosméticos
El Bálsamo de cuidado de los Pirineos inauguró la primera gama de apiterapia en 1992. Le siguieron el extracto de propóleo negro, las gominolas para la garganta, los jabones de miel y los champús. Catherine hizo que el propóleo fuera reconocido como alimento y obtuvo la certificación de Agricultura Ecológica. La línea de preparados Ballot-Flurin sigue desarrollándose, especialmente con la creación de la línea Apicosmétique® y sus famosas cremas de la Apicultora.