La higiene, una vida saludable en una casa sana
La piel es nuestro órgano de protección, pero también de intercambio con el mundo exterior. Es nuestra mayor "boca": 6m2 de piel, con miles de millones de poros y células que interactúan con el exterior. Una colmena es un entorno protegido por una cubierta exterior de madera, propóleo y cera. La cera de abejas y el propóleo proporcionan un escudo eficaz contra la contaminación, el mal tiempo y las vibraciones externas. En las zonas expuestas, las abejas refuerzan la capa de propóleo y cera para crear un escudo contra la contaminación electromagnética. El propóleo y la cera aplicados a nuestra piel nos proporcionan el beneficio de esta protección reforzada.
Todos nuestros preparados de higiene¿Lo sabías?
Las abejas nos acompañan y nos muestran otra forma de tratar con la naturaleza, de la que podemos aprender: fabrican oro, la miel, que es a la vez alimento y cuidado, satisfacen todas sus necesidades sin dañar nunca su entorno.
El escudo de las abejas
Nuestro cuerpo está lleno de virus y otros microorganismos beneficiosos que contribuyen a nuestra salud: flora intestinal, flora cutánea, etc. Un exceso de desinfectantes y agentes antibacterianos es perjudicial. ¡Paz en nuestro cuerpo, en nuestra piel y en nuestra casa a los gérmenes de buena voluntad!Las abejas lo han entendido perfectamente, ya que saben cómo crear las condiciones para el desarrollo de buenos microbios en la colmena.Una colmena está muy limpia, pero no es estéril: la miel, la cera y el propóleo en su estado original contienen la cantidad justa de colonias beneficiosas para sembrar adecuadamente durante la vida de la colonia.
Lavémonos con los tesoros de la colmena
Cuando utilizamos los tesoros de las abejas para lavarnos sin añadir ningún desinfectante, creamos condiciones favorables para nuestra flora cutánea, nuestra higiene íntima, nuestra mucosa nasal y nuestra boca. Las abejas están constantemente limpiando. En cuanto algo les molesta, lo neutralizan o eliminan. Un cuerpo extraño, un ratón ladrón cuyo cadáver podría contaminar la colmena, una larva plagada de hongos... todo ello se elimina rápidamente o se neutraliza (mediante el embalsamamiento y la momificación) con propóleo.
Una buena higiene vital
Del mismo modo, un estilo de vida saludable requiere la eliminación constante de contaminantes. Asegúrate de que sólo tienes cosas a tu alrededor y sobre ti (casa, ropa) con las que quieres vivir. Cuando las abejas recogen la colmena, no se preguntan si será útil algún día, sino si es útil y beneficioso para su vida ahora.
Nos lavamos como las abejas
Las abejas se limpian ellas solas: colocan una alfombrilla y un trozo de propóleo a la entrada de la colmena, donde las pecoreadoras se limpian las patas y el pelo. Para su aseo diario, las abejas se dan automasajes y se tocan entre sí.
En la ducha, realiza un automasaje. Evita el abuso de detergentes o champús que desequilibran la flora cutánea. Frota suavemente todas las partes de tu cuerpo. Inspirado en las abejas, este toque es esencial para la higiene. El movimiento también forma parte de la higiene. Camina con los brazos libres, muévete.